El Master Plan de Mdina, siendo fundamentalmente un plan de conservación, ha hecho especial hincapié en la preservación del entorno, la valoración de sus murallas y la renovación de los jardines contiguos existentes, tanto en el foso como en el espacio que la separa de Rabat ciudad con la que conforma casi una sola unidad.
La ciudad de Mdina primera capital de Malta con anterioridad a la creación de La Valleta en 1566 por los Caballeros de la Orden de San Juan del Hospital ya fue habitada por los fenicios diez siglos antes de Cristo. Ocupada por Roma, su nombre actual viene dado por el asentamiento árabe alrededor del año 870 de la era cristiana. Entre la llegada de los Normandos en 1100 y los Caballeros en 1530 se construyeron interesantes edificios de los que aun quedan algunos ejemplos. Mdina se convirtió a finales del S. XVI y durante el S. XVII en una ciudad nobiliaria, situación que ha permanecido hasta nuestros días.
El terremoto de 1693 afecto a gran parte de la ciudad que se reconstruyó según pautas barrocas abriendo plazas y creando nuevas perspectivas. Entre los edificios más significativos merece citarse la catedral y el palacio Vilhena nombre del Gran Maestre que lo mandó construir.
La situación de Mdina en un pequeño promontorio en la parte central de la isla es muy relevante y su silueta permite ser apreciada incluso desde La Valleta. Por otra parte la ciudad conforma una esplendida atalaya desde la que puede observarse una gran parte de la isla. Es por ello que el Plan ha tenido gran cuidado en reforzar los recorridos y miradores de la muralla y de sus bastiones.
El Master Plan de Mdina, siendo fundamentalmente un plan de conservación, ha hecho especial hincapié en la preservación del entorno, la valoración de sus murallas y la renovación de los jardines contiguos existentes, tanto en el foso como en el espacio que la separa de Rabat ciudad con la que conforma casi una sola unidad.
Se ha realizado un completo análisis y diagnostico del estado de conservación de todos los edificios procediendo a un exhaustivo inventario y catalogación de los mismos, con especial atención a los elementos de la arquitectura militar, religiosa y nobiliaria. También se han estudiado y valorado los espacios libres internos. Y finalmente se han realizado una serie de propuestas para poner en valor la trama urbana, su entorno, su accesibilidad y sus usos.
Antes de plantear propuestas de conservación se realizó un exhaustivo análisis de la evolución histórica, tanto de la ciudad como de sus elementos defensivos.